La sostenibilidad en tiempos de ofertas: Reflexiones sobre el impacto de la moda rápida.

La sostenibilidad se ha convertido en una preocupación creciente en nuestra sociedad. Cada vez más personas están tomando conciencia de la importancia de reducir su huella ecológica y de adoptar prácticas más sostenibles en su vida diaria. En este artículo, quiero reflexionar sobre la contradicción que surge cuando sucumbimos a las irresistibles ofertas del verano y su impacto en el planeta.

Hace muchos años, decidí tomar medidas para reducir mi impacto en el medio ambiente. Adopté una serie de acciones, como volverme vegetariana, no desperdiciar alimentos, reciclar mi basura, consumir productos orgánicos y de proximidad, borrar archivos innecesarios de la nube e instalar paneles solares en mi hogar. Estas decisiones estaban motivadas por mi deseo de proteger nuestro planeta y vivir de manera más consciente.

Sin embargo, me enfrento a un desafío recurrente cada vez que me encuentro con las tentadoras ofertas durante el periodo de rebajas. Me pregunto cómo es posible que una prenda de vestir, que ha sido producida, procesada y transportada desde lugares lejanos como Malasia, pueda ser vendida a 3€ cuando se necesitan aproximadamente 2700 litros de agua para producir el algodón del que está confeccionada cuando esta agua me costaría cerca de 6€ si abriera el grifo de mi casa.

Claro, hablamos de la industria de la moda rápida, que se caracteriza por producir prendas a gran escala y a bajo costo con la inherente demanda masiva de recursos naturales, uso de productos químicos tóxicos y generación de grandes cantidades de residuos. ¡Solo así es posible dar esos precios!

Existe desde luego una contradicción inherente entre mis esfuerzos personales por vivir de manera sostenible y la existencia de un mercado que promueve el consumo irresponsable y la producción acelerada de moda barata. Aunque haya tomado medidas para reducir mi huella ecológica, cuando llego a caer en la tentación de comprar artículos de moda rápida, estoy contribuyendo indirectamente al agotamiento de los recursos naturales y al daño ambiental.

A pesar de las contradicciones y desafíos que enfrentamos en nuestra búsqueda de un estilo de vida sostenible, es fundamental seguir promoviendo el cambio. Como consumidores, la mejor manera de hacerlo es tomar decisiones informadas y responsables al elegir marcas que prioricen la sostenibilidad y la ética en su producción.

La sostenibilidad no es un esfuerzo individual, sino una meta colectiva. A través de la educación, la concienciación y la toma de decisiones informadas, podemos presionar por cambios significativos en la industria de la moda y trabajar juntos para proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.

Lorreine Sastrías